También resulta fundamental que los niños vean en sus padres una buena relación con sus maestros, porque si los padres respetan a los profesionales, los niños lo harán también. Es posible que a lo largo de la escolarización de tus hijos te encuentres con algún profesional con el que discrepes en opiniones, cuando esto sucede, la mejor solución es hablar desde la calma y el respeto para llegar a acuerdos. Pero en ningún caso será admisible que desvalorices la figura del profesional o que le insultes, porque entonces estarás dejando la puerta abierta para que tu hijo haga exactamente lo mismo.
Además, será muy importante que cada día cuando tu hijo llegue de la escuela le preguntes cómo ha ido, qué ha hecho y cómo se siente. Y por supuesto, si necesita que le ayudes con las tareas académicas deberás estar a su lado para que se sienta apoyado y respaldado. Y recuerda, que es imprescindible tu apoyo y comprensión para valorar más el esfuerzo que el resultado.